¿Qué vínculo hay entre la ingesta de arroz y la obesidad? ¿Es el arroz un alimento adecuado para las personas para las personas que quieren perder peso? Un estudio internacional de 2019 asegura que comer arroz podría proteger contra la obesidad.
Las dietas bajas en carbohidratos, que limitan el arroz, son una estrategia popular para perder peso en los países desarrollados. Pero el efecto del arroz sobre la obesidad no está claro.
Según un estudio, comer más arroz podría ser clave en la lucha contra la obesidad, un problema de salud importante a nivel mundial.
La obesidad en el mundo occidental va en aumento. De hecho, según datos oficiales, desde 1975, la obesidad se ha casi triplicado en todo el mundo. Sin embargo, no todos los países no enfrentan el mismo desafío. Es el caso de países donde Japón, donde el sobrepeso y la obesidad afectan solo a 4 de cada 100 personas.
Teniendo en cuenta que la media internacional roza el 40%, estos datos son más que significativos. El tipo de alimentos que consumen podría ser la clave para entender esta diferencia. Un buen punto de partida para investigar esto es el arroz.
El estudio fue realizado por Investigadores del Colegio de Artes Liberales para Mujeres de Doshisha en Kioto, Japón. Las conclusiones fueron expuestas en el 26º Congreso Internacional sobre la Obesidad celebrado en Glasgow, Escocia, a finales de abril de 2019.
¿Existe algún vínculo entre comer más arroz y la obesidad?
El estudio concluye que comer más arroz podría proteger contra la obesidad. Después de controlar una amplia gama de factores, el equipo de investigadores encontró que los resultados seguían siendo significativos. Sin embargo, aún quedan por resolver algunos interrogantes importantes.
Para investigar, los científicos tomaron datos de 136 países. Descubrieron que los países donde las personas comían un promedio de al menos 150 gramos de arroz por día tenían tasas de obesidad significativamente más bajas que los países donde las personas comían menos que la cantidad promedio mundial de arroz, alrededor de 14 gramos por día.
Los investigadores tuvieron en cuenta tantas variables como pudieron, incluidas el nivel de educación promedio, las tasas de tabaquismo, el total de calorías consumidas, el gasto en atención médica, el porcentaje de población mayor de 65 años y el producto interno bruto per cápita.
Todas estas variables fueron significativamente más bajas en los países cuyos residentes comían más arroz. Sin embargo, incluso después de explicar esto en su análisis, los investigadores encontraron que persistía la influencia positiva del arroz sobre la obesidad.

Según los datos obtenidos, los investigadores estiman que un aumento de solo 50 gramos por persona y día podría reducir la obesidad global en un 1%. Eso supone un cambio de 650 millones a 643.5 millones de adultos.
Al considerar por qué el arroz podría influir en las tasas de obesidad, los investigadores dicen que comer arroz parece proteger contra el aumento de peso. «Es posible que la fibra, los nutrientes y los compuestos de las plantas que se encuentran en los cereales integrales puedan aumentar la sensación de plenitud y evitar comer en exceso», explican.
Importantes limitaciones del estudio
Diferenciar entre causa y efecto es algo desafiante cuando se trata de una dieta, especialmente en una escala tan grande. Esto es algo que los investigadores tuvieron claro. Por eso, aunque consideraron la mayor cantidad posible de variables de confusión, todavía puede darse el caso de que no considerasen otros factores importantes en el análisis.
Por otra parte, los investigadores también explican que utilizaron datos a nivel de país, en lugar de datos a nivel de persona. Esto tiene varios inconvenientes. Uno de estos inconvenientes es que ciertas regiones de algunos países pueden comer sustancialmente más arroz que otras. Además, las tasas de obesidad pueden variar dentro de un país de una región a otra.
Otra preocupación planteada es el uso del índice de masa corporal (IMC). Aunque se trate de una medida estándar que se usa ampliamente en investigación, en realidad no es una medida de la salud general. En este sentido, los investigadores de este estudio no determinaron, por ejemplo, cuestiones cómo cuántas personas tenían un IMC poco saludable, lo cual distorsionaría los datos al reducir el IMC promedio del país.
Otro problema potencial es que el estudio no tuvo en cuenta el tipo de arroz consumido, lo que podría ser un dato importante. En este sentido, es importante considerar, por ejemplo, que el arroz blanco es mucho más bajo en fibra que otros tipos de arroz menos procesados. Y teniendo en cuenta que la cantidad de fibra consumida puede jugar un papel importante en el riesgo de obesidad, esta es una cuestión de gran relevancia.








