El Chuletón de Ávila es uno de los platos más representativos de la gastronomía abulense. En este artículo te contamos cómo preparar este plato siguiendo los consejos de los expertos de Finca Viturón.

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Los platos en los que la protagonista indiscutible es la carne son habituales en la gastronomía castellanoleonesa. En Ávila destaca su famoso chuletón, un plato sencillo aparentemente, pero que requiere una preparación cuidadosa para conseguir un buen resultado.

Pero este plato típico es mucho más que una receta: la utilización de un determinado tipo de carne es la base para preparar este plato. Puedes utilizar la receta del Chuletón de Ávila con cualquier tipo de chuletón, pero solo tendrás el auténtico Chuletón de Ávila utilizando la carne adecuada.

Cómo preparar el Chuletón de Ávila

Desde Finca Viturón, familia ganadera experta en carne artesanal, nos dan las claves para preparar el auténtico Chuletón de Ávila

¿Qué tipo de carne se necesita para preparar el Chuletón de Ávila?

Lo primero que necesitas es seleccionar una buena carne. Una pieza adecuada debería pesar al menos 600 o 700 gramos y tener un grosor de al menos 4 cm, cortada cuidadosamente a cuchillo para conseguir un corte más tierno. Si la carne procede de vacas alimentadas de manera natural y sostenible, mucho mejor. 

Nosotros, en nuestra carnicería online, ofrecemos piezas de hasta 1.5 kg de vaca añojo de  forrajes que nosotros mismos cultivamos de manera natural y de otros forrajes naturales de campo. Además, evitamos al máximo el uso de medicamentos y antibióticos para conseguir una carne de mayor calidad.

Ya tenemos la pieza de carne perfecta para nuestro chuletón. ¿Cuál es el paso siguiente?

El chuletón tiene que estar a temperatura ambiente antes de ponerlo en la parrilla. Nosotros recomendamos tenerlo fuera de la nevera al menos con dos horas de antelación para que se atempere. De esta manera, al cocinar la carne, el calor llegará al interior de manera adecuada. Si se cocina el chuletón nada más sacarlo de la nevera se quedará frío por dentro, porque esta carne, para que quede bien, no hay que pasarla demasiado. 

¿Qué otros ingredientes necesitamos?

Solamente aceite de oliva —si es oliva virgen, mucho mejor— y sal gruesa o en escamas.

El aceite nos ayudará a que la carne no se pegue. Podemos sumergir el chuletón en el aceite y escurrirlo para que suelte el aceite sobrante o bien untarlo con una brocha de cocina, distribuyendo bien el aceite para que no haya exceso. Mientras tanto calentamos la placa o preparamos el fuego. Lo ideal es hacer el chuletón a temperatura media-alta. Esto se controla mucho mejor en una parrilla o placa eléctrica, aunque en barbacoa o parrilla tradicional se obtiene un resultado todavía mejor. 

En la placa o parrilla se coloca el chuletón solo con el aceite. Para que quede al punto se deja unos 6-7 minutos, dependiendo del grosor. Si quieres que quede poco hecho, tendrás que dejarlo un poco menos. 

Después se añade la sal, se le da la vuelta y se deja otros 3 minutos por ese lado. Pasado ese tiempo se sacude un poco el chuletón para que suelte la sal que no haya absorbido la carne y listo. 

¿Cómo sabemos que la carne está lista?

Preparando así el chuletón por fuera quedará con un aspecto tostado y por dentro con un color rosado y un aspecto jugoso. Puedes comprobarlo abriendo un poco el chuletón con un cuchillo para comprobar si has conseguido el punto que querías.

¿Algún consejo más?

El chuletón hay que comerlo recién hecho, aunque haya que esperar por él. Si no puedes hacer todos los chuletones que tengas que servir a la vez puedes usar algún tipo de plato caliente para mantener la temperatura o pide a los que tengan la carne hecha que empiecen a comer para que no se eche a perder. Pero nunca los metas en el horno ni los pongas cubiertos bajo una fuente de calor activa. 

Imagen: Xemenendura (Wikimedia)