Comer alimentos fritos, especialmente pollo y pescado frito, está relacionado con un mayor riesgo de muerte por cualquier causa y muerte relacionada con el corazón entre las mujeres posmenopáusicas, según un estudio.
Muchos estudios han demostrado que comer alimentos fritos con regularidad puede tener consecuencias no deseadas para la salud. Esta investigación proporciona una nueva evidencia de que la comida frita puede afectar la salud cardiovascular y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2. La investigación fue realizada por investigadores de la Universidad de Iowa en Iowa City y publicada en The BMJ a finales de enero de 2019.
El estudio encontró que el consumo excesivo de alimentos fritos puede aumentar el riesgo de muerte de una persona por múltiples causas. Los investigadores trabajaron con datos de más de 100.000 mujeres de los Estados Unidos, con edades comprendidas entre los 50 y los 79 años. Todas ellas se unieron al estudio de Women’s Health Initiative (WHI) entre 1993 y 1998. Los investigadores tuvieron acceso a información de seguimiento hasta febrero de 2017.
Comer alimentos fritos aumenta el riesgo de muerte por todas las causas
Los investigadores confirmaron que había una relación directa entre comer alimentos fritos de forma regular y un mayor riesgo de muerte por cualquier causa. Esta relación también era cierta para la muerte relacionada con problemas del corazón.
Después de considerar los factores modificadores, incluidos el estilo de vida, la calidad de la dieta, el ingreso y el nivel de educación, los investigadores encontraron que los participantes que informaron que comían al menos una porción de comida frita por día tenían un riesgo de muerte 8% mayor que los que no comían fritos los alimentos.
Los investigadores también analizaron el efecto de alimentos fritos específicos. Descubrieron que comer al menos una porción de pollo frito a diario conllevaba un aumento del 13% en el riesgo de muerte por todas las causas. También encontraron y un aumento del 12% en el riesgo de muerte relacionado con problemas cardíacos en comparación con no comer alimentos fritos.
En el caso del pescado o el marisco frito, encontraron que comer al menos una porción al día de estos alimentos provocó un aumento del 7% en el riesgo de muerte por cualquier causa. También hallaron un riesgo 13% mayor de muerte por problemas relacionados con el corazón.
Lo que el equipo de investigación no identificó fue algún tipo vínculo entre comer alimentos fritos y el riesgo de muerte relacionada con el cáncer.

Comer alimentos fritos, un factor de riesgo modificable
En función de los resultados, los autores del estudio concluyen que «la reducción del consumo de alimentos fritos, especialmente el pollo frito y el pescado / marisco frito, puede tener un impacto clínicamente significativo en todo el espectro de la salud pública».
Sin embargo, advierten que es posible que sus resultados no se apliquen en diferentes poblaciones. Esto es debido a que su investigación fue un estudio observacional que se centra específicamente en las mujeres de los EE. UU.

Por otra parte, los investigadores reconocen que sigue siendo posible que pueda haber factores de confusión no identificados que no hayan incluido en su análisis. Esto, a pesar de que explicaron muchos factores modificadores potenciales en su estudio,
Aún así, señalan que en este estudio «han identificado un factor de riesgo para la mortalidad cardiovascular que es fácilmente modificable por el estilo de vida».
Cabe destacar que los investigadores señalan que las mujeres que tenían más probabilidades de consumir alimentos fritos de forma regular estaban en el rango de edad más joven de la muestra utilizada (50–65 años). También tendían a no ser de raza blanca y a tener niveles de educación más bajos e ingresos más bajos. Además, en general, presentaban una dieta de peor calidad. Por otra parte, muchas de ellas también eran fumadoras.




El problema no es el alimento, sino el modo de preparación
Los investigadores explican que el vínculo de la comida frita con los resultados de salud es el efecto combinado de la comida misma y el proceso de fritura. En realidad, el pescado puede ser útil para las enfermedades cardiovasculares. De hecho, esperaban una asociación menor entre el pescado frito y la mortalidad que la observada en el estudio.
Según el estudio, el aumento del riesgo podría deberse a varias razones. Una posibilidad es que estos alimentos puedan ser ultraprocesados, según los autores. Estos alimentos pueden ser altos en sodio, lo que podría contribuir a un mayor riesgo de mortalidad.
Los autores señalan que el estudio no pudo identificar qué tipos de aceites se usaron para cocinar los alimentos. Tampoco pudieron identificar a qué temperatura o qué métodos de cocción se usaron. Estos también afectan la asociación entre los alimentos fritos y el riesgo de muerte.
Según explicó el estudio, es más probable que las personas coman alimentos fritos en restaurantes de comida rápida. Esto es importante, porque si la gente fríe los alimentos en casa, es menos probable que reutilicen el aceite. Reutilizar el aceite crea más productos nocivos en el aceite que se absorben en los alimentos.
Los investigadores creen que el control de las porciones y la reducción de la frecuencia con la que nos entregamos a los alimentos fritos pueden ser pasos para proteger nuestra salud.

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