¿Te gustaría empezar a alimentarte mejor? ¿Te llama la atención el mundo culinario, pero no sabes muy bien por dónde empezar?
Si deseas adentrarte en el mundo de la cocina y obtener los mejores resultados una de las primeras cosas que deberás hacer será adquirir utensilios de calidad para poder elaborar cualquier tipo de plato. Existen algunos básicos que no pueden faltar como:
- Productos y mobiliario de limpieza (por ejemplo, un lavaplatos compacto).
- Sartenes y ollas resistentes.
- Recipientes y moldes para la elaboración de postres.
- Menaje, cubertería y servicio de mesa.
- Batidora, licuadora y freidora (esta última es quizá algo más accesoria).
Cuando tu cocina cuente con esta selección de herramientas básicas contarás con los medios para afrontar prácticamente cualquier tipo de reto. A continuación te proponemos algunos consejos para que tus primeros pasos dentro del mundo culinario vayan en la dirección correcta:
La importancia de un buen cuchillo
Es uno de los instrumentos que más utilizarás en tu día a día. A la hora de hacerte con un juego asegúrate de que tus cuchillos cuentan con un cuerpo sólido, resistente y afilado. Ten en cuenta que deberás utilizarlo para cortar ingredientes de diferente dureza y de forma habitual por lo que es recomendable contar con cuchillos de repuesto específicamente diseñados para cocinar (no para servicio de mesa) y un afilador.
Sigue las recetas de forma precisa
Si cuentas con unos conocimientos muy limitados de cocina es muy probable que no cuentes con la soltura y el criterio suficientes para tomar decisiones o diseñar tus propias elaboraciones. Lo más aconsejable es que comiences tomando como referencia recetas específicas y que las sigas al pie de la letra. Debes saber que las cantidades o los tiempos de cocinado pueden definir el resultado de los platos y un pequeño detalle puede acabar alterando su sabor o textura. Comienza por recetas básicas como por ejemplo unos palitos de hojaldre o platos tradicionales y asequibles a tu nivel de práctica. Con el paso del tiempo, cuando adquieras mayor agilidad puedes comenzar a incrementar el nivel y experimentar con soluciones más exóticas o vanguardistas.
Comprobarás que a medida que vayas desarrollando tus habilidades te resultará mucho más sencillo darle tu toque a los platos e innovar sobre recetas más clásicas.
Sé tan constante como puedas
Mantener la constancia te ayudará a ir evolucionando de forma sostenida. Para estimular tu motivación puedes fijarte pequeños retos. Por ejemplo, una buena idea puede ser aprender una nueva receta cada semana. Busca un día que puedas dedicar bastante tiempo a la cocina y aprovéchalo para enfrentarte a retos más complejos. Los fines de semana son una buena opción porque, por lo general, son días tranquilos y en los que hay una mayor disponibilidad de tiempo libre. Aprovecha las primeras semanas para dominar las recetas más sencillas e incrementa tu nivel de forma gradual hasta alcanzar tu máximo potencial.
La importancia de los tiempos
Encontrar el momento perfecto resulta fundamental, pero también tener la actitud adecuada. Las prisas y la impaciencia son los peores enemigos de la cocina. Cada proceso requiere de su tiempo y cada elaboración de cuidado y delicadeza. Forzar el cocinado para “acabar cuanto antes” puede acabar con toda probabilidad en un fracaso. ¡Practica únicamente cuando dispongas del tiempo y la actitud requeridos!