¿Te animas a hacer conservas en casa? Mermeladas, salsas, vegetales, legumbres, pescados… Hay muchos alimentos que puedes conservar para tener disponibles todo el año. En este artículo te contamos cuáles son las ventajas de las conservas caseras y te damos unos cuantos consejos para hacer conservas no solo deliciosas, sino también seguras.

Los alimentos en conserva permiten preservar los alimentos y tenerlos disponibles para su consumo durante mucho tiempo sin la necesidad de utilizar aditivos ni procesos que estropeen su calidad nutricional. De hecho, las conservas surgieron para poder almacenar alimentos perecederos y/o poder transportarlos en condiciones que garantizasen su aprovechamiento.

Hoy en día no tenemos ese problema. Podemos encontrar alimentos frescos todo el año, algunos incluso fuera de temporada. Además, la industria alimentaria ofrece una gran cantidad de alimentos en conserva que nos facilitan el acceso a gran cantidad de productos preparado. Y no tenemos que olvidar de que, gracias a los frigoríficos y los congeladores,guardar los alimentos no es ningún problemas. Entonces, ¿por qué hacer conservas caseras?

Por qué hacer conservas caseras

A pesar de que actualmente no tenemos problemas para encontrar y conservar todo tipo de alimentos, hacer conservas caseras sigue siendo una opción muy interesante. Si tienes una pequeña huerta, puedes hacer conservas caseras para guardar los alimentos que tú mismo cultivas. También es una opción muy interesante para quienes compran alimentos ecológicos y/o para quienes desean controlar la calidad y el origen de los productos que consumen.

Teniendo esto en cuenta, algunas razones por las que es interesante hacer conservas caseras son las siguientes:

  • Guardar alimentos de cultivo ecológico que conseguimos en grandes cantidades.
  • Controlar la calidad de los productos y los aditivos de los productos en conserva.
  • Tener disponibles alimentos preparados de calidad (salsas, legumbres cocidas, mermeladas, etc.).
  • Comer saludable cuando no tienes tiempo de cocinar a diario.
  • Ahorrar tiempo y dinero: a pesar del coste y la dedicación inicial, a la larga supone un ahorro.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que las conservas caseras hay que hacerlas en unas condiciones de higiene y seguridad suficientes para evitar problemas de salud, incluido el botulismo. Siguiendo los siguientes consejos ofrecidos por Tapas y Envases Rioja, tus conservas no solo quedarán deliciosas, sino que serán completamente seguras.

conservas caseras

Consejos para hacer conservas caseras

El botulismo es una enfermedad rara, pero seria, causada, por una bacteria llamada Clostridium botulinum, que está presente de forma natural en la tierra, en los intestinos de los animales e incluso en la miel.

Si no se hace correctamente, la elaboración de conservas caseras puede dar lugar al desarrollo de una toxina dentro del producto conservado, al multiplicarse esta bacteria. No obstante, las medidas de prevención son sencillas y, si se aplican, las conservas hechas en casa son completamente seguras.

Cómo hacer conservas caseras seguras


Las medidas de prevención que hay que seguir para la elaboración de conservas caseras son las siguientes:

  • Esterilizar los tarros para conservas y las tapas en agua hirviendo durante 15 minutos.
  • No secar los tarros ni las y tapas: dejar escurrir bien y secar al aire antes de su uso.
  • Preferiblemente, usar siempre envases de vidrio o tarros de cristal para la elaboración de conservas caseras. Estos tarros se pueden reutilizar.
  • Cambiar las tapas para hacer las conservas. Las tapas usadas emplearlas para otro tipo de conservación.
  • Escoger los alimentos frescos en su punto justo de maduración. Desechar para la conserva aquellos que estén rotos, golpeados y agrietados.
  • Lavar los alimentos con agua potable y eliminar muy bien los restos de tierra. Así se eliminan por arrastre gran parte de los microorganismos.
  • Asar, cocinar, escaldar o pelar con las manos bien limpias.
  • Llenar los botes limpios y con las manos limpias.
  • Es recomendable acidificar la conserva con ácido cítrico para inhibir el desarrollo de la bacteria del botulismo. Se pueden obtener pastillas para ello en farmacias.
  • Antes de poner las tapas, calentar los botes al baño maría para asegurar que el vacío se haga perfecto.
  • A continuación, cerrar el bote con tapas nuevas y hervir al baño maría.
    • Los productos ácidos con pH inferior a 4,5, como el tomate, la piña, el albaricoque, el melocotón, la naranja, la fresa, la cereza, la pera, la ciruela y el pimiento si se acidifica con ácido cítrico, se pueden poner al baño maría entre 1 y 2 horas (dependiendo del tamaño del bote).
    • Los productos que no sean ácidos, como las guindillas en aceite, las legumbres, los champiñones, las judías verdes, la coliflor, los puerros, los guisantes, los espárragos, las alcachofas, etc. hay que hervirlo en olla a presión entre 20-60 minutos.
  • Dejar enfriar o enfriar despacio con agua fría para evitar el choque térmico (para que no se rompan los botes).
  • Guardar los botes en un lugar fresco y seco, debidamente etiquetados con el producto y la fecha de elaboración.
  • Almacenar los botes en un lugar fresco y seco, etiquetados con el producto que contiene y la fecha de elaboración.
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Para concluir

No pierdas de vista que debes desechar cualquier conserva tenga el tarro o la tapa deteriorados o que huela raro cuando lo abras.

Además, las tapas deben hacer siempre ‘pop’ cuando las abres, ese sonido tan característico que hace cualquier conserva. Si no hace ‘pop’, tira la conserva.